Marco Polo y la Ruta de la Seda

Marco Polo y la Ruta de la Seda


La ruta de la seda y Venecia, los dos extremos que unió Marco Polo Puede que sea cierto que llegó hasta la misma Xanadú, puede que sea mentira que viajó hasta el corazón del imperio de Gengis Khan. Sea como fuere los relatos de Marco Polo a través de la Ruta de la Seda marcarían a generaciones.

Historia de la Ruta de la Seda

El término en sí, ruta de la seda, es, de hecho, contemporáneo. Según parece el primero en emplearlo fue el geógrafo Ferdinand Freiherr von Richthofen, quien lo introdujo en 1877 en su obra “Viejas y nuevas aproximaciones a la Ruta de la Seda”. Como resulta obvio, el nombre se debe a la mercancía más prestigiosa y apreciada: la seda (cuya elaboración era un secreto bien guardado por los chinos) y que ya era estimada en tiempos de Roma (el imperio Romano se extendía hasta las fronteras con Partia, donde se comerciaba con esta tela fastuosa). Pero, pese al nombre, las mercancías que circulaban por la denominada ruta de la seda eran muchas (además de tecnologías, ideas y religiones). Joyas, como diamantes de Golconda y otras partes de la actual India, rubíes de Birmania y jade de China. Además, también telas de lana o de lino, ámbar, marfil, laca, especias, porcelana, vidrio, materiales manufacturados, coral, perlas… Tal cantidad de bienes y riquezas atrajeron desde tiempos inmemoriales a los más atrevidos. Existen datos fidedignos del comercio con el Lejano Oriente ya en tiempos de Roma. Y sabemos con certeza que los esforzados comerciantes hebreos hicieron durante siglos sus negocios a lo largo de estas rutas. De ahí que, a partir del momento en que, con el impulso de las Cruzadas, se pudieron controlar parcialmente aquellos territorios de la denominada Tierra Santa (cercanos a las vías comerciales del fastuoso Oriente), aquellos que tenían potencial económico intentaron hacerse con un trozo del pastel y uno de esos actores fue, sin duda, la Serenísima República de Venecia.

¿Quién fue Marco Polo?

Marco Polo nació, precisamente, en la esplendorosa Venecia del siglo XIII, llena de mercaderes, lujos y sueños. Una autentica potencia comercial que dominaría el Mediterráneo y buena parte de la política europea de la época pues la república se involucraría en las luchas entre el papado y los herederos por el trono del Sacro Imperio Germánico.

Marco Polo y la Ruta de la Seda

El padre y el tío de Marco Polo eran socios comerciales y dos de los muchos mercaderes que tenían los atracaderos de su compañía en una populosa Venecia por la que ya circulaban las góndolas (aunque por aquel entonces estaban pintadas de vivos colores y llenas de abalorios, recargadas para anunciar las riquezas de su dueño; el color negro no se instauraría hasta siglos después como consecuencia del duelo que vivió la ciudad tras una epidemia de peste). Como era costumbre, la fraterna compañía de la familia Polo iniciaba cada pocos años una larga travesía comercial hasta Oriente para comprar exóticos productos que luego revendían en su ciudad.

Marco Polo y Kublai Kan

En uno de los viajes que hicieron como comerciantes, alrededor del año 1260 los Polo se dirigieron, por tierra, desde Bujara, en la actual Uzbekistán, hasta lo que hoy conocemos como China. En este último país permanecieron durante algún tiempo, concretamente en Kaifeng, la capital oriental del emperador mongol Kublai Kan. Dos años después, tras el éxito comercial de su anterior travesía, se llevaron junto a ellos a su hijo y sobrino, a un joven Marco Polo con el que emprendieron su segundo viaje a China esperando repetir el éxito de la primera. La ruta que siguieron los llevó en un viaje por tierra desde Acre (actualmente en Israel) hasta Ormuz, en la entrada del golfo Pérsico. Desde allí, hacia el norte, a través de Persia hasta el río Oxus (hoy en día conocido como Amu Daria), en Asia central, cauce que remontaron para cruzar la región de Pamir y llegar a la comarca de Lob Nor, en la provincia de Sinkiang (que ha pasado a conocerse como la región autónoma uigur del Xinjiang), en China. Por último, cruzaron el desierto de Gobi y llegaron a la corte de Kublai Kan, por aquel entonces en la ciudad china de Shangdu (Shang-tu en la actualidad y origen de la mítica Xanadú), en 1275.

La carrera diplomática de Marco Polo.

En un momento en que los restos del gran imperio que había levantado Gengis Kan seguían siendo fuertes, Marco Polo entró a formar parte del cuerpo diplomático de Kublai Kan (nieto y heredero del mismísimo Gengis), para quien llevó a cabo misiones por todos los rincones del imperio, y además fue durante tres años gobernador de la ciudad china de Yangzhou (hoy Yangchow). En tanto, su padre y su tío sirvieron al emperador como consejeros militares. Los Polo permanecieron en China hasta el año 1292, cuando partieron como escoltas de una princesa china en un viaje por mar hasta Persia. A este país llegaron a través de Sumatra, el sur de la India, el océano Índico, y el golfo Pérsico. Continuaron después por tierra desde Ormuz hasta Tabrīz, en el noroeste del actual Irán, ascendieron hasta la costa oriental del mar Negro, donde se asentaba la ciudad de Trebisonda (actual Trabzon) y, de ahí, alcanzaron Constantinopla. Llegaron finalmente a Venecia en el año 1295.

Marco Polo acaba encarcelado

En 1298 Marco Polo era capitán de una galera veneciana en la batalla que enfrentaba a las flotas de Venecia y Génova, dos potencias comerciales que lucharon entre ellas durante años por dominar el Mediterráneo. Fue apresado por los genoveses y, durante su encarcelamiento en Génova, dictó a un compañero de penalidades el relato de sus viajes. En 1299 fue puesto en libertad y regresó a Venecia.

Obra de Marco polo

Su obra El descubrimiento del mundo, El millón o Libro de las maravillas del mundo como es más conocido (que fue por primera vez publicado en lo que podríamos llamar francés), es probablemente el diario de viajes más famoso e influyente de toda la historia. La riqueza de sus intensas descripciones supuso para la Europa medieval la primera toma de contacto con la realidad oriental de chinos y mongoles, además de aportar las primeras noticias sobre otros países como Siam (Tailandia), Cipango (Japón), Java, Cochinchina (en la actualidad, una región de Vietnam), Ceilán (actual Sri Lanka), Tíbet, India y Birmania (actual Myanmar).

Cristóbal Colón y Vasco da Gama, los seguidores de Marco Polo.

Durante mucho tiempo, los escritos de Marco Polo fueron la única fuente de información de Europa sobre la geografía y las costumbres en el Lejano Oriente. Además, sirvieron para elaborar los primeros mapas supuestamente fiables de Asia que se hicieron en Europa y, según se cree, despertó en Cristóbal Colón el interés por el Oriente, lo que culminaría con el descubrimiento de América en 1492, cuando el marino quiso alcanzar los míticos lugares que Marco Polo había descrito navegando hacia el poniente desde Europa. También sirvieron para sugerir la posibilidad de abrir una ruta marítima al Lejano Oriente bordeando África (pasando el Cabo Verde y el Cabo de Hornos), lo que